close

Evita la desaparición de las tiendas de abarrotes

¿Recuerdas las tienditas de la esquina? eran un rasgo cultural de la Ciudad en las colonias tradicionales no había una cuadra que no tenga una “tiendita de la esquina” donde te podías surtir de cualquier tipo de golosina, alimento básico o producto de necesidad cotidiana. Somos afortunados de tener un oasis del consumismo en medio de la ajetreada ciudad.

Durante décadas las tienditas han representado un papel de cohesión social en las colonias de todas clases sociales. Son negocios familiares, atendidos por personas que viven en la misma zona, y puntos de reunión para los vecinos. Gracias a esa convivencia, las tienditas han formado redes sociales sólidas.

Según el INEGI, en 2014 existían 622 mil tienditas de abarrotes en el país, más de 85 mil en la Ciudad de México. La mala noticia es que están desapareciendo lentamente, a pesar de que diariamente atienden a más de 100 millones de mexicanos y aún representan el 50 por ciento del sector de distribución.

“No hay internet ni teléfono en mi negocio. No sé leer ni escribir. Ahora sí que es el contador el que me lleva todo y si me lleva al baile, pues ya bailé”, me dice el tendero Florencio cuando le pregunto por qué pensó en cerrar su tienda en Iztapalapa. “Además los vecinos luego cierran las calles y la gente ya no viene a la tienda”. Van al OXXO, mejor, la cadena de minisuper más grande del país.

Por cada OXXO que abre, 5 tienditas cierran. Y cada 8 horas se inaugura una nueva sucursal de la cadena de FEMSA en el país. Este minisuper representa una competencia casi invencible para los tenderos que no tienen detrás el apoyo del gobierno, inversiones privadas o el conocimiento de administración de negocios.

En la delegación Iztapalapa, donde está la mayor concentración de tiendas de abarrotes en la capiral —25 mil—, el panorama parece más desalentador. En esta zona, considerada marginada, faltan servicios, y la inseguridad es un problema que a la policía no le gusta enfrentar. Es tierra de nadie. “No quieren meterse al barrio bravo de ‘Villa Miseria’ —apodo popular de Iztapalapa—”, dice Florencio. Los asaltos a los tenderos son asunto de cada semana, por eso casi ninguna tienda se mantiene abierta después del anochecer, y las ventas bajan y bajan hasta que, mejor, se cierra.

La mayoría de estos microempresarios no sabe identificar cuáles son las razones por las que llegan a la bancarrota, ni cómo pueden levantarse, lograr un buen negocio. A nosotros, como consumidores, puede darnos los mismo si compramos nuestras papitas de media tarde en una tiendita o en un OXXO, pero la diferencia es que ese dinero que dejamos en una tiendita representa el sustento de una familia mexicana. El que dejamos en el OXXO se va a una trasnacional.

Para evitar que el OXXO —y la monstruosa modernidad— sigan acabando con las tienditas, tres jóvenes emprendedores crearon Tenoli, una organización dedicada a convertir los pequeños negocios familiares en microempresas verdaderamente competitivas. Rodrigo Sánchez, Thomas Ricolfi y Nicholas Carayon quisieron hacer algo bueno con sus conocimientos en economía de Harvard y se fueron a Iztapalapa a comenzar su emprendimiento social. Escogieron esta zona porque, además de ser una de las más marginadas de la ciudad, acoge al 23 por ciento del total de tienditas en la ciudad.

Tenoli —puente, en náhuatl— pretenden fortalecer a las tienditas e integrarlas a la economía formal. ¿Cómo?: crea puentes entre los tenderos, las organizaciones gubernamentales, ONG’s y empresas privadas que estén interesadas en hacer crecer este sector, que hasta ahora, ha estado operando de manera informal —el 90 por ciento de las tiendas del país son informales, es decir, no pagan impuestos y por lo tanto no tienen derecho a apoyo gubernamental—.

Etiquetas: ,

No Comments

Leave a reply

Post your comment
Enter your name
Your e-mail address

Story Page