Existen alimentos que sin parecerlo contienen altas cantidades de sal, debido a que requieren un proceso de conservación. Los alimentos procesados o enlatados, las botanas y embutidos contienen gran cantidad de sal, por lo que se debe moderar su consumo.
Como médico debo decir que la sal en moderadas cantidades es necesaria para el buen funcionamiento del organismo, de hecho la sal yodada que consumimos está diseñada para combatir y/o prevenir situaciones de deficiencia de yodo (generalmente por la ausencia de algunas verduras) en el organismo debido a dietas locales que pueden afectar a la glándula tiroides, que de otra forma podrían generar bocio.
Un poco de sal es buena para la salud
La sal es útil para mantener la presión de la sangre y de los fluidos extracelulares; sin embargo, su consumo desmedido incrementa el riesgo de padecer hipertensión, enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal y obesidad.
El cloruro de sodio, principal componente de la sal de mesa, es un electrolito indispensable para el funcionamiento de las células del cuerpo, pero su ingesta debe ser controlada para evitar enfermedades.
Los pacientes con enfermedades del corazón, hígado o riñones, deben estar conscientes que la ingesta desmedida de sal complicará aún más su padecimiento.
La principal recomendación es llevar a cabo un consumo racionado de sal y en los niños evitar que se acostumbren a los alimentos salados siguiendo las recomendaciones de consumo diario de sal que es de dos gramos.
