Cuando Jack Dorsey, el confundador de Twitter, inauguró hace diez años la red del ‘pájaro azul’, seguro que no estaba convencido del éxito de la iniciativa, de lo contrario hubiera buscado un mensaje más ingenioso que el aséptico «Creando mi Twitter» con el que estrenó la revolucionaria plataforma de comunicación. Una década después, Twitter ha cambiado el mundo y ha influido decisivamente en la forma en que se relacionan los poderes públicos, el desarrollo de movimientos sociales, los testimonios de personajes de moda o las pautas de trabajo de los medios de comunicación.
Con cerca de 500 millones de usuarios, ha sido elemento clave en el desarrollo de episodios como las ‘primaveras árabes’ o el 15-M, que hubieran sido de otra manera sin los mensajes breves pero instantáneos del desarrollo de los acontecimientos que permitía la red. Twitter, sin embargo, también ha sido fuente de problemas para quienes, llevados por la espontaneidad a la que invita el servicio y la necesidad de limitarse a los 140 caracteres, han pagado caro su irreflexión a la hora de redactar un texto del que ya quedaron prisioneros.
El aniversario llega en momentos difíciles para una red social que vive entre el indiscutible éxito acumulado y la incertidumbre a la que se ve sometida por una feroz competencia. El ‘pajaro azul’ que cambió el mundo busca ahora una renovación para adecuarse a ese nuevo y acelerado escenario comunicativo que él mismo alumbró hace una década.