Para varias personas las mentirosas son el pan de cada día, se estima que una persona miente alrededor de once veces por semana, excusando las llegadas tarde, así como el incumplimiento de alguna tarea u obligación. Esto puede tener severas consecuencias en la vida personal, familiar y laboral, pero además, mentir daña la salud.
La profesora de psicología de la Universidad de Notre Dame, Anita E. Kelly y sus colegas realizaron una investigación para determinar si la honestidad podría mejorar la salud de las personas.
Tomaron a 110 voluntarios que fueron divididos en grupos de igual número. A la primera mitad se les pidió que redujeran la cantidad de mentiras que decían diariamente durante 10 semanas, mientras que al otro no se les dijo ninguna instrucción para modificar su conducta habitual. Esto arrojó que ciertos parámetros ligados a la salud se volvían positivos para las personas que tendían a decir menos mentiras. El primer grupo resultó ser mucho más sano debido que no sufrían estrés, dolores de cabeza y problemas de irritación de garganta, a diferencia de la otra mitad.
Decir la verdad puede tener muchos beneficios como disminuir la ansiedad y el sentimiento de culpa.
