Los entrenadores con un estilo rígido originan que los estudiantes deportistas, una vez que dejen de ejercitarse, puedan volverse personas sedentarias.
Los jóvenes que entrenan con personas que solo ponderan triunfos, pueden decidir en un futuro abandonar la práctica del deporte.
La presión por parte de los entrenadores en lugar de propiciar el deporte desmotiva a los jóvenes, al no lograr las marcas deciden abandonar la actividad física.
En ocasiones los entrenadores generan que el atleta vea el deporte como una competencia para obtener una beca universitaria, portar el uniforme de la institución educativa y solo obtener reconocimientos.
Es importante que los entrenadores, desarrollen la motivación intrínseca, autónoma, para que formar deportistas de calidad y también buenos seres humanos.
Por ejemplo, en el futbol americano hay entrenadores con estilo militarizado y violento que favorecen que el atleta se sienta valioso cuando es capaz de derribar, pegar y ganar a su contrincante para poder triunfar. Sin embargo, cuando el deportista ya no es fuerte y rápido pierde su valía para realizar el deporte y decide abandonarlo.
Por todo lo anterior es importante contar con entrenadores preparados que promuevan una conducta saludable mediante la implicación de calidad en el deporte, haciendo mucho énfasis en el ámbito de la psicología del deporte.