A cambio de operar en la CDMX, el gobierno de la capital cobra un impuesto de 1.5% a toda empresa que desee laborar de forma privada como Uber, Cabify, Taxify, Yaxi, etc., con el pretexto de mejorar la movilidad. Sin embargo, hasta el momento no se ha invertido ni un solo peso de lo recaudado por la oficina encabezada por Miguel Ángel Mancera.
El secretario de Movilidad de la ciudad, Carlos Meneses Flores reconoció que la recaudación de este impuesto asciende ya a los 180 millones de pesos y afirmó que se sabría con toda transparencia en qué se utilizaría, pero el gobierno de la CDMX se negó a dar detalle argumentando que la suma se encuentra invertida en un fideicomiso privado.
Después de que Animal Político cuestionara tanto a la Secretaría de Finanzas, como a SEMOVI, sobre el paradero de lo recaudado ambas instituciones se negaron a responder argumentando que es un tema fuera de su jurisdicción. Únicamente entregando un documento que indica que el dinero no se ha reinvertido en nada.
“Se está en proceso de consolidar los proyectos relacionados en bien de la Ciudad de México, una vez consolidados, se propondrán al Comité Técnico para su aprobación y la aplicación de recursos, por lo que NO se han ejercido Recursos del Fondo para el Taxi, la Movilidad y el Peatón hasta la fecha”, indica el documento.
