El primer reporte lo tuvimos la semana pasada: un mono capuchino que se había instalado en un árbol sobre Paseo de la Reforma y que había causado la movilización de la Brigada de Vigilancia Animal.
Todo parecía asunto concluido para, más tarde, enterarnos de que el animal no había sido capturado y que había desaparecido para ser visto de nuevo en la zona de Mil Cumbres (al mico le gusta lo bueno, por lo visto) donde también desató la movilización de las autoridades.
Sin embargo el fracaso se repitió porque hoy el diario “El Universal” afirma que el dichoso chango sigue libre como el viento y, no sólo eso, vive en una de las zonas más exclusivas de la ciudad.
¿Qué come el simio?
Esa podría ser una gran duda, sin embargo, como nos las gastamos seguro ha encontrado mucha basura de la cual extraer alimentos. Recordemos que en la zona los desechos son aún más bastos y exclusivos.
La brigada ha anunciado que colocarán trampas para detener al animal pero, como van las cosas, dudamos sinceramente que lo logren. Si el animal sigue vivo, seguro ya encontró un benefactor quien le podría alimentar o, en su defecto, al que le podría robar comida.
Zona difícil, muy arbolada, muchos alimentos y mucha gente que no le molestaría dejar una par de frutas o verduras para alimentar a un exclusivo residente.
Tal vez en el futuro, si el mono encuentra pareja, veamos todo un hábitat de su especie en las mejores zonas de esta sufrida CDMx.
