La dificultad para decir ‘no’ es uno de nuestros principales problemas a la hora de relacionarnos con las personas que hay en nuestro entorno. El miedo a que nuestras opiniones no estén a la altura de las circunstancias o al enfado de la persona que recibe nuestra negativa, nos condiciona a la hora de manifestarnos libremente. Por suerte, se trata de una conducta modificable.
Aprender a decir no tiene mucho que ver con la asertividad, que es la capacidad de conducirse encontrando un equilibrio entre los derechos y las necesidades de los demás y los nuestros propios.
Decir no es una conducta englobada dentro de las habilidades asertivas. Cuando decimos ‘no’ a alguien nos tenemos que enfrentar a dos emociones. Por un lado, tendríamos el miedo a las posibles consecuencias que puedan tener nuestra negativa: puede ser que la otra persona se enfade, nos rechace, deje de contar con nosotras o surja un conflicto. A veces, no querer enfrentarnos a la postura de otro es el principal motivo para asentir en contra de nuestro bienestar.
Quizás puedan surgir sentimientos de culpa que nos hagan pensar que somos egoístas o malas personas. Esas son las dos emociones principales que nos surgen cuando nos enfrentamos a decirle no a alguien. Y es que, en definitiva, siempre resulta mucho más fácil decir sí y evitar el conflicto para no sentirnos mal con nosotras mismas. A medio y largo plazo comprenderemos que decir ‘no’, nos hubiese hecho sentirnos mejor.
En primer lugar, tenemos que hacer una evaluación de nuestra situación. Cada persona está condicionada por unas situaciones determinadas y es importante que cada una de nosotros sea consciente de cuáles son sus obstáculos y pensemos cómo enfrentarnos a ellos. En este punto tenemos que valorar las repercusiones de esa respuesta negativa y buscar ese equilibrio entre nuestras necesidades y las del resto.
A partir de ahí, es el momento de aprender la conducta específica de decir ‘no’. Tenemos que comprender que poniendo excusas o mintiendo a la otra persona no estaremos consiguiendo nuestro objetivo. Debemos intentar llegar a la razón verdadera.
Otro de los aspectos que debemos aprender a tratar es la forma de lidiar con las personas manipuladoras. Para ello, existen técnicas concretas que nos ayudan a mantenernos en el ‘no’ cuando nos insisten mucho, tratan de invadirnos y abusar.