El fin de año sirve para ponerse metas que en la mayoría de las ocasiones las personas no cumplen, siempre escuchamos de nuestro familiares, amigos o nosotros mismo decir “Me voy a meter al gym”, “me titulo este año”, es de lo más común.
Pero la realidad es que muy pocas personas llevan a cabo sus propósitos y solo se quedan en metas inconclusas que se van a cumulando para el siguiente año.
Por eso aquí te dejamos algunos de los propósitos de año nuevo que nunca cumplen.
Bajar de peso: Esta siempre ocupa el primer lugar en la lista de metas, ya que para reprimir la culpa por todo lo que comemos en el mes de diciembre muchas personas se inscriben en los gimnasios que durante el mes de enero siempre presentan ofertas, pero la realidad es que solo asisten unas cuantas semanas y se olvidan de este.
Dejar de fumar: En caso de que no sea el cigarro, es dejar el alcohol o las drogas. Y posiblemente no lo hacen por gusto, sino por alguna condición médica. Lo malo es que la nicotina es súper adictiva, así que éste posiblemente sea el hábito más difícil de eliminar.
Viajar más:“Este año viajaré por mi cuenta… no importa si nadie me acompaña” Y aunque suene atrevido el 31 de diciembre, la verdad es que la mayoría hace este propósito sin pensar en lo que realmente conlleva: ahorrar, buscar, planear y hasta armarse de valor para subir a un avión por su cuenta.
Conseguir otro trabajo:Sé honesta: en algún punto de tu vida estuviste en un trabajo espantoso. Y aunque sea horrible, simplemente no puedes dejarlo porque te pagan bien, o tienen buenas prestaciones, o simplemente porque te queda cerca de tu casa.
Leer más:Según el INEGI, el mexicano lee menos de cuatro libros al año, y aunque sepas que los libros son caros, no te gusta leer y ni siquiera terminaste de leer los libros que te obligaban a leer en la prepa.
Pasar más tiempo con la familia:Después de lo bien que te la pasaste en Navidad, decides que es hora de apreciar lo que tienes y pasar más tiempo con tu familia el próximo año. Y aunque tengas intenciones puras, la verdad es que son fáciles de olvidar cuando te caen las invitaciones a las fiestas.
Así que la mejor recomendación es ser sincero contigo mismo y ponerte metas que sepas que en verdad puedas llevarlas a cabo.
Fuente: El Informador
