Ser adicto a tu smartphone es ya una actitud que prácticamente el 80% de las personas lo hacen. Sin embargo, pocos tienen conciencia de las consecuencias que trae a la salud.
Investigaciones médicas han demostrado que mirar un teléfono por lo general requiere doblar la espalda y voltear hacia abajo, a menos que suelas mantener tu celular al nivel de los ojos. Esto significa que estamos poniendo alrededor de 27 kg de tensión adicional en nuestro cuello.
Los investigadores también han descubierto que la postura que adoptamos al mirar nuestros teléfonos es similar a la postura que las personas que sufren de depresión. Puede ser difícil saber la diferencia entre las personas que son miserables mientras ven sus pies y los que simplemente están checando Instagram.
La postura puede causar estados emocionales negativos, así como reflejarlos. Un estudio publicado a principios de éste año descubrió que cuando se obligó a los participantes a encorvarse, esto tuvo un efecto negativo en su estado de ánimo y autoestima. Otro informe mostró que encorvarse puede causar cierta pérdida de memoria, mientras que sentarse con la espalda recta nos ayuda a retener más información – otra buena razón para aspirar a la postura correcta.
Una prueba rápida realizada por Amy Cuddy de The New York Times y uno de sus colegas de la Universidad de Harvard descubrió que las personas que usan dispositivos más pequeños – y por ende tienden a encorvarse aún más – se hicieron menos asertivos. Todo esto apunta a los efectos dañinos que el uso de smartphones puede tener, tanto en la presión sobre nuestro cuerpo y las consecuencias mentales que van junto con eso.
Así que te sugerimos evitar en la mayor medida posible utilizar dispositivos más pequeños que te hagan encorvarte más, utilizando mejor dispositivos más grandes . También es una buena idea realizar regularmente una serie de ejercicios que estiren los músculos de tu espalda, hombros y cuello.
