Un grupo de científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) detectó la presencia de bacterias coliformes fecales (popó) en el agua que venden pequeñas empresas purificadoras, por lo que plantearon la necesidad de auditar a este tipo de negocios.
El Politécnico detalló que para la investigación se tomaron 122 muestras de agua envasada en garrafones de 20 litros, procedentes de 111 pequeñas purificadoras ubicadas en las 16 delegaciones de la Ciudad de México.
Los análisis revelaron que 69 muestras contenían coliformes totales (Escherichia coli, Klebsiella, Enterobacter y Citrobacter), 23 fueron positivas para coliformes fecales (Escherichia coli sobre todo) y solo 30 pasaron la prueba de manera satisfactoria.
El estudio microbiológico lo realizaron en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) Jorge Francisco Cerna Cortés, titular del proyecto, Jorge Alberto González y Merchand, jefe del laboratorio de Microbiología Molecular, con el apoyo del IPN y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Los investigadores señalan que la proliferación de este tipo de negocios es por el alto porcentaje de la población en la capital del país, quienes confían en la calidad del agua envasada consumiendo el líquido embotellado de purificadoras que incumplen con las normas.
“Por un costo relativamente bajo adquieren los equipos e instalan empresas purificadoras inclusive en casas particulares sin las condiciones adecuadas para tal fin, además su personal no realiza el proceso conforme a la Norma Oficial Mexicana 201 sobre productos y servicios. Agua y hielo para consumo humano, envasados y a granel”, explicaron.
Además de estas bacterias, los investigadora del IPN también hallaron micro bacterias no tuberculosas que producen enfermedades intestinales y afecciones respiratorias semejantes a la tuberculosis, pudiendo afectar a personas inmunodeficientes que padecen VIH o diabetes.
Por ello, los científicos recomiendan a la población adquirir estos productos en lugares que cuenten con la certificación y auditorías correspondientes, pues la norma establece que el agua para el consumo humano no debe traer coliformes fecales.