Hoy, dentro de todo lo fácil que parece todo, incluso dentro de lo bancario, el desarrollo de la fuerza de voluntad y de la paciencia parece incluso estar pasado de moda.
Todo lo que genera el cultivo de estos talentos o virtudes tiene incluso mala propaganda y todo parece motivar el uso de lo rápido, de lo desechable y de la impaciencia con el fin de lograr rápido todo lo que queremos y asi aparentemente ser más felices.
Nadie parece hablar de esperar, de priorizar, de posponer para llegar a tener cosas más importantes. Lo cual se logra posponiendo gratificaciones inmediatas para tenerlas después con la sensación de que como han costado mucho, las agrademos y las valoramos mucho más.
Es cierto que hoy no hay para que postergar tanto como anteriormente se educaba, pero la voluntad tiene que ser ejercida desde los padres para saber cuándo se puede dar de inmediato y cuándo aun pudiendo, debemos postergar para algo importante o para desarrollar las tolerancias y las paciencias necesarias para poder ser personas de bien y con algún grado de madurez.
Debemos desarrollar la paciencia, la tolerancia, el aceptar los «no» parece ser clave en el desarrollo evolutivo de los niños y la verdad es que no lo estamos haciendo bien en este punto, desarrollando niños impacientes, poco agradecidos y que, sienten que todo se les da en forma natural y que para nada tienen que esforzarse para conseguirlos.
Desarrollemos por lo tanto la capacidad de esperar tanto en nosotros mismos como con nuestros hijos, con esto tendremos mejor capacidad para postergar lo inmediato en pos de lo que realmente vale la pena.