Tras de que la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que preside Juan Manuel Portal, emitiera opiniones respecto a supuestas irregularidades de Pemex en la contratación de diversos trabajos en torno a la refinería de Tula, la brasileña Odebrecht rompió el silencio que se había autoimpuesto.
La constructora caída en desgracia, y cuya subsidiaria local recién asumió Luiz Gordilho, mandó ayer por la mañana una carta al director de Pemex, José Antonio González Anaya, en la que sale al paso de las opiniones de la ASF en lo que hace al segundo informe de Auditorías de la Cuenta Pública 2016.
Las huestes de Portal señalaron pagos en exceso o pagos improcedentes, por los cuales se presume un posible daño o perjuicio o ambos al patrimonio de Pemex Transformación Industrial, que capitanea Carlos Murrieta Cummings, por un monto de 707 millones 655 mil pesos.
El contratista dice que todos los precios unitarios del contrato fueron aprobados por las instancias correspondientes de Pemex, incluyendo el Comité de Adquisiciones, Arrendamientos, Obras y Servicios de Pemex Refinación siguiendo los procedimientos y normativa interna aplicables.
“Dichos precios unitarios atienden debidamente los estándares de mercado aplicables considerando las características específicas del proyecto en cuestión; todos los pagos realizados fueron hechos de conformidad con las reglas establecidas en el contrato, la normativa y procedimientos aplicables de Pemex”.
Asimismo, que todos los incrementos de volumen y/o precios unitarios extraordinarios que sufrió el contrato fueron derivados de estudios técnicos desarrollados por Pemex durante la ejecución de la obra. Por ejemplo, la ingeniería de detalle estuvo bajo la responsabilidad exclusiva de Pemex.
“Todos los trabajos adicionales realizados a solicitud de Pemex y objeto de los convenios modificados del contrato, fueron aprobados de forma ampliamente justificada por todas las instancias técnicas, jurídicas, financieras y corporativas aplicables de Pemex, incluyendo al Consejo de Administración de Pemex Refinación”.
Y que los trabajos adicionales solicitados por Pemex se pactaron de común acuerdo, mediante convenios modificatorios entre Pemex y Odebrecht, “y de ninguna manera pueden interpretarse como un daño o perjuicio al patrimonio de Pemex, pues contaban con su expreso consentimiento”.