Mes y medio después del sismo de 7.1 grados que causó la muerte de 228 personas y afectó severamente 3 mil inmuebles en la Ciudad de México, la desconfianza de los damnificados hacia el plan oficial de reconstrucción se exacerba. Su principal queja es porque, dicen, las inmobiliarias están vinculadas a funcionarios del gobierno local.
Por lo menos una veintena de organizaciones no está de acuerdo con la reducción de la superficie de sus futuros departamentos ni con los créditos bancarios que les ofrecen –muchos incluso se declaran insolventes–, pero sobre todo rechazan que las desarrolladoras urbanas beneficiadas con el boom inmobiliario que se inició en el año 2000, durante la gestión de Andrés Manuel López Obrador –cuando se promovió el crecimiento vertical–, queden a cargo de la reconstrucción.
La redensificación que propone el gobierno de Miguel Ángel Mancera –es decir, edificar viviendas más pequeñas y con más pisos para meter nuevos inquilinos y con lo que ellos aporten, costear la reconstrucción– no convence a los damnificados.
En la Unidad Habitacional Tlalpan, donde 500 departamentos resultaron dañados, los vecinos recibieron el pasado 12 de octubre a funcionarios encabezados por el arquitecto Fernando Méndez Bernal, representante de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), y al ingeniero Charbel Gómez Ruiz, quienes les presentaron un programa de reconstrucción.
Los vecinos investigaron a esos funcionarios y detectaron sus presuntos vínculos con empresarios del ramo inmobiliario, así como denuncias contra ellos por construcciones mal realizadas.
Fuente: Proceso