El pasado 31 de agosto, nuestros legisladores iniciaron el periodo de sesiones de su último año de gestión en la LXIII Legislatura con un cúmulo de 2 mil 509 iniciativas pendientes de procesar. Pero, luego de un par de semanas, los senadores decidieron aprobarse un puente vacacional. Sí… sólo en México.
A los integrantes del Senado de la República no importaron los temas pendientes en la agenda como, por ejemplo, el nombramiento de un Fiscal Anticorrupción, tarea que les ha llevado más de tres años, y contando.
El senador priista Enrique Burgos declaró que no todos tomarán el puente y que el lunes sostendrá una reunión de trabajo con los diputados para trabajar sobre la reforma laboral. “Aquí estamos, no es quitar un día, es permutar. Pero no es suprimirlo. El tiempo legislativo se preserva”, indicó el el legislador del PRI. La bancada del PAN propuso que se recorriera la sesión programada para el martes 19 para el día siguiente, porque las labores legislativas se verían interrumpidas por el simulacro en conmemoración del sismo de 1985.
El priista Emilio Gamboa se mostró de acuerdo con la determinación, aunque le pidió a los panistas que dejaran en claro que su propuesta se debía a su interés por asistir a la toma de posesión de Antonio Echevarría como gobernador de Nayarit. El coordinador del PRI en la Cámara de Senadores también pidió que el simulacro se llevara a cabo el miércoles 20 de septiembre, ya que no tendría caso que se realizara el martes sin la presencia de los senadores.
El panista Fernando Herrera le dijo que 5 mil trabajadores sí iban a estar ese día en el Senado. “Es cierto, pero lo importante es ver cómo salen los senadores y las senadoras”, contestó el político priista.
Casi la mitad de los diputados también se sintieron muy agotados por su duro trabajo y decidieron tomarse su puentecito desde el jueves. Según el reporte, solamente 256 legisladores asistieron al análisis de la política económica del V Informe de Gobierno ayer 14 de septiembre.
