Cuando el tren llega a la estación, una persona espera en el andén sin levantar sospecha entre los demás usuarios. Toma vuelo para arrojarse y cae sobre las vías del metro para ser arrastrado por el tren.
La anterior, es una de las peores, pero muy comunes, escenas que se suscitan en el Sistema de Transporte Colectivo Metro. Las razones pueden ser múltiples, pero si el plan no funciona como lo esperaba, el individuo que intente morir en las vías del metro tendrá que pagar un costo bastante alto.
De acuerdo con el Código Penal de la Ciudad de México, la pena a quien dañe, altere, interrumpa, obstaculice o destruya alguna vía o medio local de comunicación, de transporte público o de transmisión de energía es de cuatro años de prisión y hasta cinco mil días de multa; es decir, 337 mil 450 pesos.
Es decir, además de las largas cuentas que tendrá que pagar en el hospital y las múltiples contusiones que presentara en todo el cuerpo, deberá preocuparse por pagar hasta 337 mil 450 pesos por interrumpir la marcha y provocar afectaciones en el servicio del Metro.
La investigación corresponde a la Procuraduría General de Justicia local (PGJ) y la sanción será impuesta por un juez cívico, además de canalizar al afectado a un psicólogo.