Uno de los recintos más concurridos de la CDMX, por nacionales y extranjeros que se dan cita, día a día, para conocer la intimidad de una de las artistas más relevantes de la historia, y posiblemente, la mexicana más conocida del mundo. ‘La Casa Azul’, o el museo de Frida Kahlo es, sin duda, un ícono del barrio de Coyoacán, y aunque es muy probable que ya lo conozcas, a continuación te contamos 5 datos sobre este fascinante inmueble, que tal vez no sabías.
- Frida Kahlo nació y vivió en esta casa. A pesar de que durante su relación con Diego Rivera, tuvo distintos hogares e incluso vivió en el extranjero, la pintora siempre conservó la construcción de Coyoacán, como uno de sus más preciados bienes.
- Después de su muerte, únicamente pasaron cuatro años para que su casa fuera convertida en museo, pues Diego y ella siempre dejaron claro que querían ‘regalar’ su obra al pueblo.
- En la recámara de Frida, aún se puede ver un espejo en el techo, justo encima de su cama, colocado ahí por su madre, pues fue así como pudo iniciarse en el autorretrato, mientras permaneció inmóvil a causa del accidente que sufrió en un autobús.
- La casa fue adquirida por el mismo Diego Rivera, pues ésta estaba hipotecada debido a las deudas que el padre de Frida adquirió, principalmente gracias a los costos derivados de su accidente.
- A petición expresa de Diego Rivera, la mecenas de la casa, Dolores Olmedo, se encargó de que el baño de las habitaciones de los artistas se mantuvieran cerrados durante 15 años. Una vez abiertos, fueron descubiertos 22 mil documentos, 6 mil 500 publicaciones, revistas y publicaciones, fotos y objetos personales, que actualmente han sido digitalizados y documentados minuciosamente.
Fuente: Museo Frida Kahlo